Cómo alambrar y dar forma a un bonsái

El alambrado de los bonsáis es una técnica que sirve para modificar y corregir la posición de las ramas sin la necesidad de podarlas. En cierto modo alambrar sustituye la fuerza del peso de las ramas que tienen los árboles grandes en la naturaleza. Si lo comparamos con las demás técnicas utilizadas para el cultivo del bonsái, el alambrado es una de las más recientes.

¿Cuándo tenemos que alambrar nuestros bonsáis?

Por lo general, la mayoría de las especies de bonsáis se alambran en primavera, aunque las coníferas también se podrían alambrar en otoño. Dejaremos el alambre hasta que veamos que se empieza a clavar un poco en la corteza del árbol. Siempre vigilaremos que no se clave demasiado en la madera dejando heridas y cicatrices. El crecimiento del árbol hace que las ramas engruesen, por lo que quitaremos el alambre antes de que se «clave» en la corteza.

Esta información es generalizada. Si estás pensando en alambrar tu bonsái te recomendamos que te informes específicamente de la especie que quieres trabajar.

Tipos de alambre

Alambre de cobre para bonsáis de coníferas

El alambre de cobre es utilizado principalmente para trabajar los bonsáis de coníferas. Es un alambre muy maleable a la hora de trabajarlo, pero una vez en su sitio se pone rígido perdiendo todo su movimiento. ¿Por qué se usa este tipo de alambre en las coníferas y no en otros bonsáis? Las coníferas tienen un crecimiento bastante fuerte, por lo que cuando crecen la tendencia de la presión sobre el alambre es mayor. Al ser de un material rígido, en los momentos de este crecimiento, el alambre se mantiene firme en su sitio. Otro de los motivos por el cual se utiliza es que su color pasa más desapercibido en los troncos de estas especies.

Alambre de aluminio para bonsáis en general

Este tipo de alambre es muy maleable y no pierde su flexibilidad con su exposición a los elementos. Es utilizado en la mayoría de las especies de bonsái. Actualmente los podemos encontrar plateados, negros o de un color más cobrizo. Aunque sus colores pueden ser distintos son del mismo tipo y tienen las mismas cualidades.

¿Cómo escojo el alambre correcto?

La regla más conocida para escoger el alambre adecuado para tu bonsái es que debe ser 1/3 del grosor de la rama que queremos alambrar. Esta regla pierde un poco de rigor si nos detenemos a pensar que no todos los bonsáis tienen la misma flexibilidad en sus ramas y el mimo tipo de madera. Teniendo en cuenta esto, te hemos preparado un blog donde te explicamos un truco infalible para acertar con el alambre correcto para tu bonsái.

Trucos para el alambrado de los bonsáis

Herramientas

Para emplear esta técnica debemos tener a nuestro alcance las herramientas indicadas para el alambrado para realizarlo de forma más cómoda y precisa. Aquí podrás encontrar todas las herramientas necesarias para el alambrado.

Fuerza

El alambre se coloca en las ramas de los bonsáis ejerciendo un poco de presión. Debemos tener cuidado con la fuerza que hacemos durante esta acción. Si empleamos poca presión el alambrado no servirá de nada y no cumplirá su función. El grueso del alambre depende de la fuerza que ha de efectuar para doblar las ramas, en general los gruesos van de los 0,5 mm hasta los 5 mm.

Debemos enrollar el alambre poco a poco. Es conveniente que quede un espacio entre el alambre y la rama por donde pase una hoja de papel. De todas formas, debemos tener en cuenta que si ejercemos demasiada fuerza enroscando el alambre en las ramas no conseguiremos nada más que resultados negativos: dejaremos cicatrices feas en los bonsáis o incluso podemos romper las ramas.

La forma correcta de alambrar

En este apartado os mostramos un ejemplo de cómo alambrar un bonsái y cómo no hacerlo.

Hemos tomado el ejemplo de un bonsái en que queremos una pequeña rama para que vaya mejor con diseño del árbol. En  la siguiente imagen podemos ver que la ramita está muy junta con la rama principal. Nuestro objetivo es que quede más separada.

A continuación, veréis diferentes formas incorrectas de alambrar y su solución:

• Alambre demasiado junto. Esta posición de alambrado no tiene ningún efecto positivo para el árbol, ya que no podemos “moldear la rama”. Esta forma de alambrar no tiene ninguna fuerza y puede restringir el fluido de la savia, por lo que la rama puede morir.
• No anclar bien el alambre. Si no anclamos bien el alambre no podrá realizar la resistencia adecuada para modificar la forma de las ramas. Tal y como ves en este vídeo, el alambre hace juego porque no tiene un buen anclaje.
• En esta foto podremos ver la solución de estos dos primeros problemas. En primer lugar, vemos que el alambre se ancla correctamente en la rama principal para que tenga la fuerza suficiente para llegar a la rama que queremos modificar. También vemos que la distancia entre vueltas es mayor que en el ejemplo dado anteriormente.

• Otra forma incorrecta de alambrar nuestros bonsáis sería atrapar las hojas entre el alambre y la rama. Las hojas y los brotes que quedar por debajo quedarían afectados con malformaciones.
• La forma correcta será dejando las hojas libres. Procuraremos que las yemas y brotes nuevos tengan espacio para crecer bien.

Cómo des-alambrar un bonsái

Para quitar el alambre con facilidad necesitamos cortarlo poco a poco haciendo un corte en cada vuelta del alambre. Las puntas de los corta-alambres deben estar perfectamente alineadas, de manera que con cada corte se suelte un pedazo de alambre.

A veces, si alambramos con alambre de aluminio, podemos desenrollar con cuidado el alambre sin cortarlo pedazo a pedazo, pero si el alambre se ha incrustado es mejor cortarlo.

Hay dos tipos de corta alambres, uno más largo, que es el más potente y otro un poco más corto. Si tienen árboles pequeños, con ramas poco gruesas, deben usar un corta-alambre pequeño. Si trabajan árboles medianos o grandes, necesitarán un corta-alambres grande, que es capaz de cortar incluso los alambres más gruesos.

¿Ya has probado de alambrar tus bonsáis? Esperamos que con este artículo te hayamos podido ayudar a conocer un poco más esta técnica y animarte a probarla si aún no te has atrevido.

¡Hasta la próxima!